La armonía siempre se presenta como un gran reto para un sumiller. Conseguir la armonía perfecta entre vinos y platos no es una tarea sencilla, ya que se requiere de cierta sabiduría para obtener una experiencia única y completa en la degustación.
En la actualidad, uno de los retos de la armonía es superar algunas normas del pasado, sin embargo, hay platos que requieren de algunas pautas para conseguir disfrutar al máximo de su sabor. A pesar de ello, y tal y como dice el refrán: “Sobre gustos no hay nada escrito”.
A continuación, te mostramos la armonía prefecta para degustar aperitivos, jamón, embutidos, patés y quesos.
Armonía para aperitivos
Toda buena comida que se precie comienza con unos aperitivos, son el bocado perfecto para ir abriendo boca al resto del menú.
En esta ocasión, la armonía prefecto para acompañarlos sería:
- Blancos secos.
- Generosos espumosos Brut. Como el Cava MasterChef Brut 2018.
- Tintos jóvenes

Jamón, embutidos y patés: ¿qué vino elegir?

Continuamos nuestro menú con una tabla de embutidos, jamón y patés.
- De todos es conocido que el jamón ibérico es una auténtica delicia. Si queremos impulsar mucho más su sabor en boca, los vinos que deben acompañar a una de las grandes estrellas de nuestra gastronomía son el Fino o la Manzanilla o tintos de crianza poco corpóreos (Riojas).
- La gran mayoría de embutidos maridan perfectamente bien con vinos tintos de crianza.
- En el caso de las morcillas con sabor dulce, los vinos perfectos serían los tinto con tanino suave, como el Merlot.
- Para el lomo, la cecina, el morcón o cualquier otro embutido muy curado, los caldos más acertados serían los vinos ligeros con cierta crianza, como el Tempranillo MasterChef, tanto de Rioja como de Ribera del Duero, Cencibel.
- Los patés de carne de caza casan a la perfección con tintos estructurados.
- Por último, el foie gras se aconseja servir con sabores de vinos licores, Sauternes, vendimias tardías o con un maravilloso Amontillado de Andalucía Occidental.
La armonía perfecta para quesos
El queso y el vino siempre han sido grandes amigos, ya se sabe que: “Con buen queso y mejor vino, más corto se hace el camino”.
El objetivo para alcanzar la armonía perfecta entre el vino-queso es conseguir que ambos sabores combinen y se consiga la armonía perfecta. Esto no siempre es tarea fácil, ya que, al igual que encontramos multitud de tipos de quesos, también hay muchísimas variables de vino, y no todos casan a la perfección.
Armonías de los vinos y quesos
Para poder conseguirlo, tenemos que tener en cuenta distintas armonías. Del mismo modo que encontramos sabores que combinan muy bien juntos como es el caso del vodka y el caviar o el foie gras con los Sauternes, en el caso del queso y el vino, encontramos varias armonías:
- Combinación regional: esta armonía está cimentada en el hecho de que, por norma general, todo trozo de tierra con pastos cuenta con viñedos (La Mancha, Castilla y León con vinos de Rueda, Toro, Bierzo o Ribera del Duero y quesos castellanos, Canarias, Rioja, Galicia, Navarra, etc.). En las tierras donde no encontramos el binomio pasto-viñas, encontramos otras bebidas como la sidra en Normandía, Bretaña, Islas Británicas, Asturias, Euskadi o Cantabria. En el caso de Holanda, encontramos el queso Edam o Gouda con cerveza y en Noruega el Gjstost con akuavit.
- Otra armonía a tener en cuenta, es de dónde proviene la leche con la que se ha elaborado el queso: vaca, cabra, oveja, mezcla, búfala, etc. Del sistema de elaboración que se haya seguido (coagulación láctica, pasta prensada no cocida, corteza lavada, enmohecido interno…) y de la maduración (edad) que tenga.
- En cuanto a las armonías del vino, es preciso detallar la variedad de uva con la que está elaborado, lo cual da lugar a diferentes tipos de vino (jóvenes, vinos de guarda, dulces, generosos…).


Dicho lo cual, la armonía perfecta para quesos sería:
- Los quesos azules casan con tintos robustos y estructurados y no demasiado tánicos. También con vinos de licor (Sauternes, vendimias tardías, PX, Oportos, Banylus, Maury, etc.).
- En el caso de los quesos de cabra, la selección correcta serían vinos blancos secos y afrutados.
- Para los quesos de pasta blanca y corteza enmohecida, la armonía perfecta puede ser de blancos estructurados con cierta acidez y tintos jóvenes ligeros y frescos.
- Los quesos de pasta prensada, combinan a la perfección con tintos de crianza ligeros.
- Por último, los quesos de pasta cocida, acompañan a los vinos blancos muy aromáticos y suaves o tintos ligeros y poco ácidos.
Desde Club MasterChef, esperamos que este artículo os sirva para conseguir la mejor armonía. En artículos posteriores os iremos asesorando en tema de armonía para todo tipo de platos. Aprovechamos para invitarte a echar un vistazo a nuestra bodega y encontrar el vino que mejor se ajuste a tus menús.